jueves, noviembre 13

Viviendo en la ciudad


No se si sea igual en todas las ciudades, pero vivir en una metrópoli como la ciudad de México tiene un encanto singular. No es solamente la cuestión de servicios y facilidades, que, por el hecho de ser ciudad casi todas los tienen. Es más la sensación de que las ciudades tienen una forma de existencia más allá de sus calles, una especie de espíritu que las hace únicas, no me dejarán mentir y seguro París es distinta de Venecia o de Londres, la cual es diferente de Tokio o de mi querida Ciudad de México.

Será la gente, las costumbres, la comida, los olores, los sabores, las palabras, la música, los colores y sensaciones, son un poco de cada una de estas cosas y al final ese no se qué, que que se yo, que provoca la sensación única de estar en un lugar con vida propia, un monstruo dormido, pero al fin y al cabo para cada uno de los que allí habita, su monstruo.

No se si nunca la deje, o si un buen día me vaya de aquí, pero las imágenes, las memorias, las vivencias, los detalles y trozos de vida que he dejado en esta ciudad. Cooperaran de alguna forma a que esta se siga perpetuando y renueve su espíritu añejo, pero inquieto siempre.

Se que hay quien ama una playa, una pequeña ciudad del interior del país, quien goza la naturaleza y se siente de esa forma más vivo. Bienvenidos todos, solo un favor, no nos miren cual bichos raros a aquellos que amando nuestras ciudades nos hacemos uno con su espíritu oscuro.