De este lado del espejo

Del clima y otras tonterías

28/06/05

Para aquellos que debemos tomar alguna vez un taxi en esta ciudad, o que en general te encuentras sin tema de conversación con una persona extraña, invariablemente todo mundo hecha mano del clima, hay los osados que hablan quejándose del gobierno, sin embargo, el tema que por conveniencia social se transforma en el más inocuo es el de hablar del clima.

Salvando los silencios incómodos, y las miradas acompañadas de sonrisas amables, la tromba de hace unos días o el calor infernal son siempre un salvavidas social. Cuantas veces no hemos echado mano del consabido recurso de romper el silencio con un típico: "Parece que va a llover" o "Que tal el calorcito". Frases tan hechas como la de pedir la hora a la chica que nos gustó, o el comentario de "¿No te conozco?", afortunadamente, y a diferencia de estas últimas, las charlas del clima no levantan sospechas, ni miradas del otro interlocutor con el mensaje implícito de "otro wey de esos".

Sin embargo gastadas si están, así que abro una convocatoria totalmente libre, para que sugieran charlas ociosas e inocuas para usarse en esos momentos que sientes que una sonrisita más seguida del silencio les puede dar a entender otra cosa.


¿Puntualidad Inglesa?

29/06/05

Algo tarde por razones ajenas a mí gusto, pero he aquí la columna de hoy.

Siendo habitante de una ciudad medianamente caótica y medianamente grande (casi van de la mano). Uno anda siempre con 10 minutos de retraso permanente, ya sea para el trabajo, para llegar a una cita, hasta para llegar a disfrutar de un programa en casa o ver a la familia siempre cargamos con 10 minutos de retraso mínimamente.

El tráfico, una llamada, una petición de última hora. Siempre nos pasa algo que nos retrasa, es sabido que las invitaciones en México se ponen media hora antes para que puedan llegar a tiempo, o quizá sea también la razón por la cual cadenas como Cinemex pone religiosamente 15 minutos de anuncios y cortes antes de la película.

Vivir siempre a prisa nos sumerge en el estress, y finalmente si en verdad vamos retrasados, dicho estress no nos ayuda a llegar a tiempo. Así que, no adelanten sus relojes y con un poco de orden y paciencia vivamos "al pasito".