viernes, julio 4

Del hombre y sus territorios

11/07/05

El hombre, entendido como género, padece de un defecto que a la larga deriva en muchos defectos más, aún cuando bien manejado puede rendir buenos frutos. Este defecto es el de ser territorial, y aunque con miedo a equivocarme, (que algún psicólogo me corrija) se encuentra desde la niñez y en las niñas o no se halla o se manifiesta de manera diferente.
Uno puede emperrarse y guardar la pelota o el juguete, con tal de no prestarlos, pero las niñas necesitan un poco más de la exhibición del bien poseído. Así desde chicos los hombres les duele mucho más el hecho de que algo que consideran suyo se los quiten o lo tengan que compartir y a las niñas que no puedan pavonearse de el o que alguna más se haga ostension de algo mejor o incluso de aquello que era suyo.

Obviamente de este último comentario, si nos movemos en el tiempo unos años adelante, nos coloca ante hombres más celosos mientras más inseguros de su "posesión preciosa", o peor aún, "ex's" que siguen celando y haciendose presente en la vida de sus antiguas novias o esposas por no saber dejar ir a una persona a tiempo. En este nuevo siglo, en el que, al mirar atrás se da uno cuenta que el avance del pensamiento en general, no ha ido a la par que el avance de la tecnología, quiero poner mis esperanzas en que nuestra evolución como personas tienda al equilibrio, y nos quedemos con los extremos y excepciones, más no con la norma.

El mexicano y las instrucciones

12/07/05

Una actitud que he observado en la mayoría de las personas que me rodean, es la de que, por más complejo que sea el aparato, o por más nuevas que sean las funciones que ofrezca, nadie lee las instrucciones. El olor a plástico nuevo, superficies lisas y la sensación de tener juguete nuevo, los regresa en su mayoría a la niñez y optan por conectar rápido todo y presionar lo más pronto posible el botón de encendido. Algo de culpa tiene el fabricante ya que en su afán de hacer las cosas sencillas casi cada cable solo entra en un enchufe, así que sin demasiada destreza cualquiera puede hacer funcionar el aparato nuevo, pero de eso a que lo use bien.
Al final del día el nuevo dueño puede encender el aparato, puede usarlo en su función más básica y con esa confianza tira envoltura caja e instrucciones a la basura, algunos incluso las garantías, a la vuelta de los días se dan cuenta que algunas cosas no saben como hacerlas y recurren al hijo o sobrino que más familiarizado con la tecnología si no sabe a la primera a fuerza de picarle le hallará. Así que muchas veces no es tanto que las nuevas generaciones sepan más de eso, sino que caen o caemos en la flojera de no invertir tiempo en leer las instrucciones.

Y a manera de encuesta, ¿cuántos aparatos, cámaras, computadoras, etc. se compraron de un año para acá? y ¿de cuántos leyeron los instructivos completos y no sólo el manual gráfico de ensamblaje?

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