lunes, julio 7

Las fotos o la triste realidad

14/07/05

Una cosa que la mayoría de la gente evita son las fotos, así como al escucharse a uno mismo en una grabación es una sorpresa, las fotos son la triste realidad de como nos ven los demás, sobre todo cuando nos toman desprevenidos, la cámara sin mucho pudor nos enseña esa lonjita que según nosotros no era tan notoria, o la calvita incipiente, las patas de gallo al sonreír, o en el menos peor de los casos la mala elección de colores o estilos de ropa en aquella ocasión.
Y es que hombre o mujer la vanidad se impone y que si la luz que si la posición que mil cosas, pero ante la duda la mayoría rehuye las fotos, y cuando acepta pretende parecer maniquí en aparador.

Yo soy fotógrafo no tan aficionado, aunque tampoco profesional, y puedo decirles que mientras más rígidos salgan en una foto es peor para su look, y en defensa de la costumbre de tomar fotografías puedo decir que son una forma de preservar la memoria, los festivales escolares, las fiestas con piñatas, los partidos en la escuela. Cuántos de nosotros que habiendo dejado ya todo eso atrás y habiendo madurado lo necesario para no avergonzarnos de nuestra niñez, no tenemos sino las fotos de nuestros padres como recuerdo de todo eso, ya algunos tendrán sus videos o super 8 quizá pero aún es la foto el medio más compacto y portátil de cargar con nuestros quereres, ¿quién no tiene las fotos de la familia o el novi@ en la cartera?
Quizá el día de mañana existan las fotos animadas o algún equivalente moderno, pero seguirá basada en la captura de la imagen por un aparato, así que en defensa de la memoria, de los recuerdos que pueda aportar y de aquellos que después de nosotros verán esos mudos testimonios que les hablen acerca de donde vienen, no se cohiban y déjense fotografiar.


Ah la quincena...

15/07/05

Para todos aquellos que somos asalariados, las quincenas son como la orilla de la alberca para aquel que está aprendiendo a nadar, que se ve cerca y que no llega al mismo tiempo. Ya seamos solteros o casados, la quincena mezcla emociones de no tener dinero, a tenerlo, a nuevamente quedarse sin él, una vez que se reparten los pagos necesarios de deudas y mandados necesarios, dejándonos la sensación de que el sueldo es como la arena de la playa que por más que queremos retenerla igual se va entre los dedos.

Sin embargo siendo que soy muy mal vendedor prefiero mil veces la tortura de los fines de quincena, que uno siente que no llega, a la angustia de que el negocio no jala, y continuando con las encuestas quienes de aqui son sus propios jefes y quienes hacen chistes de ellos ya sea en su cara o a sus espaldas? :rollin
Para todos aquellos pues que hoy cobramos la raya feliz fin de semana y aguas con el tráfico.

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