De este lado del espejo

El 666

06/06/06

Siendo hoy fatídico día de debates y extrañas profecías, el día ha amanecido normal como siempre, la pereza de ir a trabajar me invade y la familiaridad con que juego con mi sobrino me lleva a ver este día como una curiosidad más de la arbitraria numerología establecida por los hombres.

Tengo mis ideas y creencias que sin embargo no están divorciadas de la razón y de la reflexión y a raíz de esto creo firmemente que más que un acontecimiento apoteósico cada quien tendrá a su tiempo su apocalipsis personal y su juicio propio, creo firmemente que nadie se saldrá con la suya y confío en esa justicia aun cuando de repente se vea lejana.

A pesar de lo arcaico del concepto creo que existe un diablo que en su eterna condena odia quien soy y mi potencial y pretende corromperlo y si bien ha tenido cierto éxito, quiero pensar que no me dejaré caer completamente. Coincido aquí con C.S. Lewis que decía que su debilidad más grande es la de no poder reírse de él mismo, pues ello le llevaría a la autocrítica y al arrepentimiento, que pase pues el día que se quede una reflexión "Para que esperar catástrofes seamos mejores siempre".


La vida y el cine

08/10/06

No recuerdo si alguna vez ya cometé esto pero aquí les va:

Un profesor comentaba en una clase que el cine es el Topus Uranus de la vida, de esta manera cuando en una buena película el ritmo es perfecto, la musicalización impecable y el guión muy interesante llegando al final con una edición quer nos lleva a lo largo de la trama sin hacernos sentir el tiempo la vida es la versión bizarra de esto mismo.

Con un casting que siempre nos deja que desear empezando por un protegonista que no siempre sabe lo que hace, continuando nos encontramos con que el ritmo es pésimo pasan muchos tiempos muertos donde no pasa nada y de repente toda la acción se apelotona en muy poc tiempo.

De la musicalización ni hablamos cuantas veces en algún momento más o menos romántico o trágico no se escucha de fondo un grupo de cumbias o de banda o claxonazos o mil cosas que dan al traste con el momento.

Asi podemos continuar con la fotografía, la edición, etc. Y sin embargo nunca falta que el divino director se apida y nos regala una escena estelar y las cosas son como deberían y los tiempos se cumplen, el sonido es inmejorable el guión perfecto y entonces vale la pena haber comprado el boleto.